A pesar de la vacunación, hay un rebrote en el país norteamericano debido, principalmente, a la variante Delta.
Coronavirus en Estados Unidos
Las hospitalizaciones en Estados Unidos se encuentran en su punto más alto en los últimos seis meses a causa de un rebrote de casos de coronavirus, el que es impulsado, principalmente, por la temida variante Delta y que tiene foco en el estado de Florida.
El promedio de contagios diarios se incrementó en más de 110.000, lo que representa una suba del 25,5% en apenas una semana, alertaron hoy las autoridades sanitarias. El país informó más de 770.000 casos en la última semana, lo que marca el total semanal más elevado en meses.
Todos los estados del país reportaron una transmisión comunitaria alta, según datos federales; mientras que también subieron las hospitalizaciones al punto más alto en seis meses: cada día ingresan alrededor de 9.300 pacientes, el mayor número de los que buscan atención desde abril de 2020.
Las admisiones per cápita pediátricas relacionadas con la Covid-19 también se encuentran en su índice más alto de la pandemia, recogió la agencia de noticias ANSA.
El estado que está sufriendo el mayor embate es Florida, de acuerdo a un análisis de datos a nivel estatal del diario El Nuevo Herald. Las hospitalizaciones relacionadas con el coronavirus en este estado batieron récords diarios durante 10 días seguidos, según los datos publicados todos los días por el Departamento de Salud y Servicios Humanos federal.
El llamado estado del sol también rompió los récords de nuevos casos registrados en un día cuatro veces en las últimas dos semanas.
A diferencia de repuntes pasados, donde las personas mayores eran la mayoría de los casos graves, ésta nueva ola está afectando cada vez más a los jóvenes. El número de niños hospitalizados en la Florida ha estado entre los dos peores del país.
«Esta variante Delta está arrasando e infectando a mucha gente con enorme rapidez», advirtió Jason Salemi, epidemiólogo de la Universidad del Sur de la Florida, quien rastreó los datos de la enfermedad en el estado desde el comienzo de la pandemia.
Salemi también atribuye el aumento significativo a la cantidad de personas en la Florida que no están vacunadas (alrededor de 8 millones que son elegibles para hacerlo), a la relajación de las medidas que reducen la probabilidad de trasmisión, el calor del verano que lleva a las personas concentrarse en espacios cerrados con aire acondicionado y al turismo creciente en el estado.